Un producto esencial en su botiquín EL CARBON ACTIVADO

Para obtener carbón vegetal activado es necesario seguir primero un proceso de carbonización y después uno de activación. 

El proceso de carbonización consiste en calentar madera o turba a una temperatura de entre 600ºC y 900ºC, a cubierto, lo que además garantiza la ausencia de contaminación ligada a su fabricación. A continuación se aplasta la materia carbonizada hasta convertirla en pequeñas partículas o polvo, para ser de nuevo calcinada a una temperatura de entre 700ºC y 1.100ºC, y sometida a vapores de agua, aire y gases oxidantes. 

Este proceso de activación permite que aparezcan microporos capaces de adsorber, es decir, encerrar y después expulsar de nuestro cuerpo, todas las sustancias extrañas que invaden el organismo, sobrecargan los órganos vitales (riñones, hígado, intestinos) e impiden su normal funcionamiento. 

El carbón vegetal actúa como un purificador. Su eficacia en situaciones de emergencia es incuestionable (intoxicaciones graves, envenenamientos, picaduras de insectos, mordeduras de serpientes, arañas, garrapatas...) y ése sigue siendo su principal uso en los hospitales, que recurren a él cuando los medicamentos ya no funcionan. Pero este sencillo y natural producto también puede ser eficaz para tratar esas pequeñas molestias del día a día. 

Aquí tiene una lista, no exhaustiva, de todas las indicaciones terapéuticas del carbón vegetal que han sido validadas científicamente: 

  • Intoxicaciones farmacológicas o alimentarias.
  • Problemas digestivos: mal aliento (halitosis), hipo crónico, dolores abdominales, flatulencias, diarreas...
  • Problemas del hígado: colesterol, triglicéridos.
  • Mordeduras de serpiente o picaduras de insectos.
  • Problemas de otorrinolaringología e higiene dental.
Hay quien recomienda la utilización de carbón activado para la desintoxicación de metales pesados. Pero hay que tener en cuenta que los metales pesados que han penetrado tiempo atrás en el organismo quedan atrapados en las grasas corporales, a los que no puede acceder el carbón vegetal, que no pasa a la sangre. En cambio, cumple con su efecto purificador de las sustancias químicas que ingerimos a diario y que quedan en el intestino. Por eso es importante utilizar el carbón vegetal como cura para desintoxicar regularmente el organismo.

Cómo utilizar el carbón vegetal activado

En mi familia utilizamos el carbón entre 3 y 4 veces al año para purificar las sustancias nocivas que acabamos ingiriendo aunque tomemos todas las precauciones posibles. 

El protocolo para un tratamiento de drenaje es el siguiente:

  • 2 cucharadas de carbón diluidas en medio vaso de agua durante 15 días en cada comida, y después 3 cucharadas al día durante el siguiente mes si queremos drenar más profundamente las células del organismo.
  • Para los niños, en lugar de cucharadas se pueden utilizar cucharaditas y es suficiente con seguir el tratamiento durante 15 días.
  • Para aquellos a los que les cuesta trabajo beber carbón de un vaso o quieren evitar ensuciarse los dientes, utilice una pajita (aunque la mancha negra desaparece con sólo enjuagarse la boca).
Y aquí tiene algunas recetas familiares que le permitirán evitar dolores y molestias:

Diarrea del viajero y otras intoxicaciones alimentarias:

  • 2 cucharadas de carbón activado en polvo en un vaso de agua fría cada 4 u 8 horas, hasta que la diarrea esté controlada.
Picadura de abeja: 

  • Para un alivio inmediato: mezclar una cucharada pequeña de carbón con un poco de agua hasta obtener una pasta y aplicarla directamente sobre la picadura. Si continúa el dolor, aplicar el producto en una compresa.
  • Para picaduras múltiples: verter dos vasos grandes de carbón en polvo en una bañera para que se sumerja allí la persona afectada durante unos treinta minutos.
Picadura de hormiga o de mosquito: 

  • Humedecer un trozo de gasa y rociar carbón con una cucharilla hasta que la gasa se vuelva negra y aplicarla entonces sobre la picadura.
Picadura de araña o de garrapata: 

  • Aplicar rápidamente una compresa o meter a la persona afectada en una bañera de agua con carbón.
  • Cambiar la compresa frecuentemente, cada media hora durante las 8 primeras horas y después cada 2 horas.
  • Espaciar la aplicación de compresas entre 2 y 8 horas hasta la completa recuperación.
El principio siempre es el mismo: el carbón adsorbe las toxinas, venenos y hasta bacterias que nos podrían invadir (sobre todo en el caso de las garrapatas).
    El carbón vegetal activado puede adquirirse en forma de cápsulas, polvo o comprimidos en farmacias, parafarmacias y tiendas de productos naturales. Mi preferido ha sido siempre el carbón en polvo por sus múltiples posibilidades de uso. 

    No me quiero despedir sin antes comentar que algunos lectores han contactado con nosotros planteando sus dudas y preguntas en relación al texto de Tener S@lud que envié la semana pasada sobre el consumo de carne roja y su posible relación con la enfermedad de Crohn. Algunos de ellos aseguraban que se trata de una enfermedad genética en la que la alimentación no juega ningún papel. 

    Agradezco a todos los lectores que se hayan dirigido a nosotros y, como es un asunto importante (sobre todo pensando en las miles de personas que sufren la enfermedad) me parece necesario aclarar que, a día de hoy, no hay estudios concluyentes en cuanto al origen de la enfermedad de Crohn, que sigue siendo desconocido. Por lo tanto, el posible origen autoinmune y/o genético está aun por demostrar, pues hay una sospecha, pero no una demostración científica.

    De hecho, algunos estudios apuntan a que dado que la incidencia de la enfermedad es mayor en los países industrializados, sería probable que la dieta que se hace en estas zonas pudieran intervenir como desencadenante de la respuesta inmunitaria intestinal que conlleve a la inflamación intestinal crónica. 

    La alimentación es compleja para un paciente con un Crohn. En la mayoría de las guías dietéticas se asegura que aunque la carne roja no provoca el Crohn su consumo puede precipitar las crisis y, por tanto, se desaconseja su consumo. Como en la enfermedad hay una pérdida sustancial de proteínas se recomienda que éstas se obtengan a partir de carnes blancas, de pollo y pavo, pescados, leche y huevos. No hay que perder de vista que la alimentación tiene una poderosísima influencia en nuestra salud. Dado el interés que ha suscitado este asunto  

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