La Alcachofa





ALCACHOFA
DESINTOXICA EL HÍGADO


          ¿A quién se le ocurriría comer la flor de un cardo, rodeada por duras hojas protectoras terminadas en una afilada punta? Pues, así eran las alcachofas que se consumían en tiempo de los griegos y los romanos, que fueron los descubridores de las virtudes culinarias y medicinales que encierra esta flor.
          Sin embargo fueron los árabes quienes durante la Edad Media, extendieron la alcachofa por la Europa occidental y mejoraron las variedades de cultivo hasta conseguir unas brácteas más  carnosas y exentas de espinas en la punta. (Alcachofa viene del árabe, al-jarshuf; alcaucil, en cambio, proviene de vocablo latino capitiellum, “cabecita”, a través del hispanoárabe al-qabsil).
          Pueden que algunos se extrañen al saber que la alcachofa es una flor, o mejor dicho, una inflorescencia conjunto de muchas flores minúsculas unidas por un pedúnculo (rabito) común. Las partes comestibles de esta flor son el receptáculo (corazón de la alcachofa) y los engrosamientos carnosos de las brácteas (hojas protectoras) que rodean la flor.

PROPIEDADES E INDICACIONES: La alcachofa carece prácticamente de grasas, mientras que su contenido en hidratos de carbono (5,11%) y proteínas (3,27%) es considerable. Sin embargo, lo más destacable de su composición son una serie de sustancias que se encuentran en cantidades muy pequeñas, pero dotadas de notables efectos fisiológicos. Son las siguientes:
ü  CINARINA: Se trata del ácido 1,5-dicafeilquímico, que actúa tanto sobre los hepatocitos (células del hígado) haciendo que estos aumenten su producción de bilis, como las células del riñón, provocando una mayor excreción de orina.
ü  CINARÓSIDO: Glucósido flavonoide derivado de la luteolina, dotado de acción antiinflamatoria.
ü  CINAROPICRINA: Es una sustancia aromática, responsable del sabor amargo.
ü  ÁCIDOS ORGÁNICOS: Málico, láctico, cítrico, glicólico y glicérico, entre otros. Aunque todavía no se conoce bien su acción, se sabe que potencian la acción de la cinarina y del cinarósido.
ü  ESTEROLES: beta-sitosterol y estigmasterol. Son sustancias similares al colesterol en su estructura química, pero de origen vegetal. Poseen el interesante efecto de limitar la absorción del colesterol en el intestino.
ü  OTRAS MUCHAS SUSTANCIAS: Como pectina, mucílagos, oligoelementos (especialmente manganeso), completan la composición de esta sorprendente hortaliza. La ciencia desconoce todavía la acción fisiológica de muchas de ellas, pero el hecho cierto es que las propiedades medicinales de la alcachofa no se pueden atribuir a ninguno de sus muchos componentes en particular, sino a la acción conjunta y sinérgica de todos ellos.
La alcachofa es una hortaliza muy digerible y bien tolerada, tanto por sanos como por enfermos. Sus componentes hacen de ella un auténtico alimento-medicina, especialmente indicado en los siguientes casos:
·       AFECCIONES DEL HÍGADO: La Cinarina, potenciada por lo otros componentes de la alcachofa, produce un intenso efecto colerético (aumento de la secreción biliar). Normalmente el hígado segrega diariamente unos 800 ml de bilis, pero tras la ingestión de medio kilo de alcachofas cada día,  esta cantidad puede llegar hasta los 1.200 ml.
La bilis segregada tras la ingestión de alcachofas es menos densa y más fluida, lo cual descongestiona el hígado. De esta forma se ve favorecida la función desintoxicante del hígado, gracias a la cual esta víscera neutraliza y elimina con la bilis muchas de las sustancias extrañas y tóxicos que circulan por la sangre, incluidos los medicamentos, los aditivos y otras sustancias químicas.
La alcachofa constituye, pues, un auténtico hepatoprotector, muy recomendable en caso de hepatitis (A y B), cirrosis, degeneración grasa del hígado causadas por el alcohol, hepatitis alcohólica, intoxicación por medicamentos, y siempre que se deseen potenciar las funciones desintoxicantes del hígado.
·       AFECCIONES BILIARES: La Cinarina también ejerce, aunque con menos intensidad, una acción colagoga (facilita el vaciamiento de la vesícula biliar), por lo que su uso resulta adecuado en caso de dispepsia biliar provocada por colelitiasis (piedras en la vesícula) o mal funcionamiento de la vesícula.
El gusto amargo de boca y las digestiones pesadas tras la ingesta de alimentos grasos, mejoran sensiblemente después de practicar una cura de alcachofas (medio kilo diario durante 3 ó 4 días).
·       AFECCIONES DEL RIÑÓN: La Cinarina y las sustancias que la acompañan en la alcachofa, producen un aumento de la diuresis (producción de orina), pero sobre todo, de la concentración de urea en la orina. La urea es una sustancia muy venenosa que se produce constantemente en nuestro organismo como resultado del metabolismo de las proteínas,  y que debe ser eliminada por los riñones. Cuando estos órganos fallan en su función eliminadora de urea debido a infección, inflamación (glumerulonefritis) o degeneración del tejido renal (nefrosis), se produce una insuficiencia renal con aumento del nivel de urea en la sangre.
En cualquiera de estos casos está indicado el consumo abundante de alcachofas, ya que aumenta la eliminación de urea por los riñones y desintoxican el organismo. También se recomiendan las alcachofas cuando existen retención de líquidos (edemas) con oliguria (producción escasa de orina).
·       AUMENTO DEL COLESTEROL: La alcachofa disminuye la tendencia del colesterol a depositarse en las paredes de las arterias, dando lugar a su endurecimiento (arteriosclerosis).  Es un alimento ideal, por lo tanto, para todos aquellos que padecen de aumento de colesterol en la sangre con tendencia a la arteriosclerosis. Muy recomendable en la dieta de los que han sufrido un infarto de miocardio, casi siempre como consecuencia de arteriosclerosis de las arterias coronarias.
·       DIABETES: La Cinarina y sus sustancias acompañantes tienen una suave acción hipoglucemiante (disminuyen el nivel de glucosa en la sangre). Además, la alcachofa es rica en inulina, un hidrato de carbono fácilmente asimilable por los diabéticos. Por todo ello, la alcachofa no debería faltar en la alimentación de los diabéticos.
·       AFECCIONES DE LA PIEL: Es un hecho comprobado clínicamente, que muchas dermatitis, incluidos los eczemas y las manifestaciones de la alergia cutánea, desaparecen o mejoran sensiblemente tras estimular los procesos de desintoxicación hepática. El consumo abundante de alcachofas puede lograr efectos sorprendentes en las afecciones crónicas de la piel

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